Soldado viola y asesina a una joven en Misiones
Suponer que el servicio militar voluntario es el modo de lograr que las personas cambien, mejoren o desarrollen conductas morales éticas, no es el fin del trabajo en el que se basa pertenecer a una institución cuyo fin se relaciona con el rol y función de la Defensa y Seguridad del país. Lo que debe preverse es que los mandatos del patriarcado sean erradicados de estas denominadas Fuerzas Armadas y en ellas impere la formación humanista y con perspectiva de género.
La violación y femicidio de Vilma Mercado, la joven de apenas 19 años, a manos de su agresor, el asesino Carlos Luis Leandro Villar -20 años- muestra que la perpetración del delito sexual en la sociedad argentina, requiere de toda la atención en el contexto dónde sucede y también por quién lo comete, siendo la víctima siempre la más castigada del sistema.
La historia de Vilma relata el dolor de sus padres, familiares y amigos, quienes en una intensa búsqueda de días, ante su desaparición, debieron enfrentar el duro resultado de uno de los crímenes más frecuentes en las regiones del NOA y NEA, siendo las provincias litoraleñas las que encabezan preocupantes estadísticas al respecto.
Evitaremos dar cuenta de detalles que incentivan al morbo y se reservan a las pericias forenses pues aquí nos ocupa la profundidad del delito de femicidio y por ello mencionaremos que fue hallada en un descampado en Iguazú, con signos evidentes de los crímenes en su contra y una desnudez que expone la acuciante realidad nacional con respecto a la violencia de género.
La prensa local detalló que “el crimen fue cometido en el mismo sitio del hallazgo, en el monte de un predio conocido como “Villa Cariño”, a 1,5 kilómetros de la rotonda de acceso a Puerto Iguazú y a 50 metros del asfalto de la ruta nacional 12. El cuerpo de Vilma Mercado, fue encontrado por investigadores de Homicidios, el viernes 25 de octubre a las 18.30 hs.
Horas antes del hallazgo, el soldado voluntario fue demorado. En su poder tenía el chip del celular de Mercado. Pero además, en la habitación que alquilaba en el barrio Belén, los investigadores encontraron el teléfono de la víctima, un Samsung Galaxy S7.
El soldado acusado de femicidio, tenía herida una mano y rasguños en los brazos. En su vivienda, entre otros elementos, se secuestraron una motocicleta Honda 150 y un rollo de cinta de embalar paquetes o encomiendas, similar al utilizado para inmovilizar los pies y tapar las vías respiratorias de Vilma.
Según el estudio del perito forense de la UR-V, que fue el primero en analizar el cuerpo, para las 18.30 del viernes pasado (momento del hallazgo), el femicidio había sido cometido entre 48 y 72 horas antes. Vale decir, la data de muerte de la joven encaja dentro de los márgenes de sospecha establecen el ataque sexual tuvo lugar entre las 23.30 del miércoles 23 de octubre y la madrugada del día siguiente.
Por otra parte, las primeras evidencias comparativas indicaron que el tamaño de dientes y forma de boca de la víctima, coinciden con la lesión detectada en una mano del joven militar. Resta determinarse si hay restos biológicos del sospechoso en el cuerpo de Mercado. Para ello, se están realizando los análisis genéticos a las muestras tomadas debajo de las uñas de Vilma.
Asimismo, también se analizan los rastros e hisopados tomados a las lesiones en manos y brazos al sospechoso.
El soldado voluntario detenido como sospechoso de haber asfixiado y asesinado a una joven de 19 años en la ciudad de Puerto Iguazú, se negó a declarar ante la Justicia y permanecerá apresado, informaron fuentes judiciales.
Se trata de Carlos Luis Leandro Villar (20), quien fue trasladado ante el juez de instrucción 3 de Puerto Iguazú, Martín Brites, y se negó a declarar, acusado del delito de “abuso sexual y femicidio” en perjuicio de Vilma Mercado, cuyo cadáver fue hallado, a metros de la rotonda de la ruta nacional 12, camino de acceso al Parque Nacional Iguazú.
El joven quedó imputado bajo una calificación que en un futuro podría recibir una pena de prisión perpetua”
A esto agregan que “el hallazgo del cuerpo de la joven se produjo en una zona boscosa, en cercanías de una antena repetidora de televisión y a unos 15 kilómetros aproximadamente del casco urbano de la ciudad, luego de que su madre denunciara su desaparición el miércoles de la semana pasada, cuando había sido vista por última vez en su casa del barrio Las Orquídeas, así lo menciona el medio Misiones Cuatro.
Un mensaje de Whatsapp que sería del soldado voluntario detenido, manifiesta una situación vivida con la víctima y en el que hace referencia a que estuvieron juntos esa noche y que ella se retiró del lugar “en un auto negro”, llevándose “la cinta” de embalaje, que sería con la que cubrieron su rostro para causarle la muerte por asfixia.
Durante los allanamientos efectuados por la policía -uno de ellos en la pieza de alquiler de Villar-, se secuestraron cuatro celulares y un chip, aparentemente uno de los aparatos móviles coincidiría con el utilizado habitualmente por la víctima.
A partir de ahora el juez Brites tiene 15 días para determinar la prisión preventiva del acusado, aunque las fuentes indicaron que de todos modos el acusado continuará preso”
Un delito que pudo ser evitado
En las investigaciones de contexto, en torno al femicidio de Vilma Mercado, se encuentra un abuso sexual sobre una menor de edad, quien en la misma zona donde se perpetró el crimen contra Vilma, una semana antes, una adolescente que transitaba por el lugar fue agredida y abusada por un hombre en una motocicleta que intentó maniatarla y cerrarle la boca, para reducirla, pero que en un descuido cometido por el agresor sexual, ella pudo darse a la fuga y pedir auxilio, lo cual le permitió contar con la ayuda de una empleada municipal que se encontraba en las cercanías y consecuentemente dieron aviso a la Policía de Iguazú.
Mujeres viciadas por el machismo
Relatan en el diario El Territorio de Misiones; Una empleada municipal escribió en la tarde del martes cómo se cruzó con la menor que fue abusada en el mismo lugar que encontraron asesinada a Vilma. La joven dijo que trabaja en horario nocturno en El Abasto, una casilla de cobro de impuestos que está en las afueras de la localidad.
En su escrito, que fue compartido unas 600 veces, contó que la madrugada del 11 de octubre, cerca de las 4.45, volvía con una compañera de trabajo a la ciudad. Iban en el vehículo de su compañera, por la ruta nacional 12. “A metros de la entrada a la antena repetidora divisamos una chica corriendo en el medio de la ruta aparentemente sin más ropa que una remera azul, gritó: ‘Me están atacando’, y se abalanzó contra el vehículo”, se lee en la publicación.
Y sigue: “Mi compañera pisó el freno y la chica golpeó con las manos la ventana del lado del conductor pidiendo ayuda a gritos, noté que tenía algo en el cuello pero no pude ver nada más porque mi compañera volvió a pisar el acelerador y la dejamos atrás. La chica trató de sujetarse por el auto y horas más tarde descubriríamos que por el esfuerzo había arrancado la tapa trasera del espejo retrovisor, yo le grité a mi compañera que parara pero parecía no estar escuchando”.
La usuaria detalló que metros más adelante vio como una moto salía de la entrada a la antena, y que pese a que le pidió a su compañera que volviera, la conductora “parecía haber entrado en shock, no contestaba a nada que le dijera, tampoco me miraba”.
Agregó que en ese momento llamó al 911 y le dijeron que iban a mandar un patrullero. También que al llegar a Puerto Iguazú ambas se dirigieron a la Comisaría de la Mujer, donde la atendió una efectivo que a quien “le contamos lo sucedido y escribió nuestros datos en una hojita de papel, no prestó mucha atención pero llamó a comando y le informaron que ya habían mandado un patrullero”
Minutos después le informaron que la joven había sido asistida por una pareja que la llevó hasta una casilla y que estaba en buena forma. “No nos preguntó nada más y nos fuimos. Nos enteramos al otro día que la chica había sido violada, drogada, que lo que había visto en su cuello eran restos de cinta”, consignó en la red social.
Aseguró que volvió cinco días después para saber lo que había pasado, y la misma agente policial le dijo que la chica estaba bien y que:
“No puedo decir nada, pero algunas mujeres se lo buscan”.
“No voy a entrar en detalles en las cosas que mintió después o la manera en la que la juzgó. No creo que hayan realizado ninguna investigación sobre el tema”, especuló.
La joven asegura que todos los días se culpan, junto a su amiga, no haber hecho algo más por la víctima y agradecen que otras personas sí hayan colaborado. “Le fallamos a una chica que necesitaba de nosotras en el peor momento de su vida y nunca nos vamos a perdonar”, escribió.
“Dos semanas más tarde encuentran a Vilma en el mismo lugar, el mismo procedimiento y una frase se repite en mi cabeza: ‘Algunas mujeres se lo buscan’”, dice el posteo.
Y agrega: “Una chica murió por que alguien decidió juzgar y no escuchar. Decidió que una víctima tenía la culpa por salir tarde, por hablar con extraños, por vivir como quisiera, por ser chica”.
También consideró que el crimen de Vilma se podría haber evitado si la Policía hubiera tomado otra actitud. “Porque tenemos que saber que en el mundo que vivimos no podemos ser libres, ¿Cómo nos atrevemos a confiar en alguien más? ¿Nadie te dijo que no podés hacer lo que querés? Porque sos mujer y las mujeres tienen que estar en sus casas antes de caiga el sol, vestir ropa adecuada, no tomar bebidas alcohólicas, no hablar con nadie. Porque si no obedecés es culpa tuya. Porque si no, te lo estabas buscando”, dice.
Y finaliza indignada con la frase que quedó en su cabeza: “Porque algunas mujeres se lo buscan”.
Estas declaraciones, estigmatizantes y violentas en contra de la mujer sirven para observar aquello que debe ser revertido como sociedad ante la violencia de género y que la tarea es abarcadora de todas las personas del conjunto social.
En la zona de los crímenes cometidos, cercanías del Parque Nacional de Iguazú, trascendió que por los días que el soldado femicida y violador atacó a Vilma Mercado, ocurrió un presunto ataque sexual acaecido el 13 de octubre. En cercanías a la cabecera argentina del puente internacional Tancredo Neves. Gendarmes apostados allí observaron cuando una joven salió corriendo de la zona de malezas solicitando ayuda, por lo que de forma inmediata fueron hasta ella para ver qué había sucedido.
Al momento, según la prensa de Misiones, reconocieron que se trataba de una joven europea, de 20 años. Lo que hicieron los centinelas es llamar a una ambulancia, que llegó al lugar y la trasladó al Samic local. Después se supo que desde el centro asistencial solicitaron un kit de abusos -esa noche se solicitaron dos-, aunque no trascendieron mayores detalles.
La joven no hizo la denuncia y se fue de la localidad turística. Según pudo saber este medio, autoridades del Juzgado de Instrucción Tres, a cargo del juez Martín Brites, pidieron informes sobre este hecho.
De todas formas, será muy difícil que se pueda relacionar a otros ataques mencionados, como así también comprobar que el presunto femicida esté involucrado.