Editoriales

La madre, la niña y el padre

Un 24 de marzo del año en curso. Marcha el país en las distintas plazas de ciudades y pueblos, algunas son más numerosas, otras un poco más humildes. Sin embargo, todas portan los mismos lemas: dignidad, trabajo, salarios, paritarias, derechos humanos… el militante es el vecino; los trabajadores, los jóvenes, también los jubilados. Las mujeres que portan con ellas, el peso de un hogar sin luz, agua, gas y ahora el pan del lujo cotidiano. 
Se caminó por la educación pública y también por la Memoria, la Verdad y la Justicia. En este país, los 30 mil desaparecidos, se multiplican.
La madre lleva una beba de apenas 45 días, la protege del sol y deja que lacte en paz, allí en medio del fervor social, donde por alimento, por derechos y por la vida, una mujer marcha con su compañero, a la par.
No es un cuadro de ocasión. Los que recorren las manifestaciones son esos que saben del hambre en sus estómagos, los que esquivan las balas de la “inseguridad”, los estigmatizados por la pobreza.
70 mil mujeres, reunidas el año pasado en el 31 Encuentro Nacional, expresaban sobre la pauperización del género: “Somos las que sostenemos nuestros hogares cuando la transferencia de recursos a los ricos y poderosos atacan de lleno al pueblo trabajador (…) esta sociedad injusta agrava día a día nuestras condiciones de vida por el sólo hecho de ser mujeres”.
Organizadas y en la calle; es el resultado de las acciones políticas que la actual administración del Estado nacional y su correlato en las provincias, han fijado para un Pueblo que lentamente asiste al deterioro de sus derechos humanos y básicos que aseguren algo más que la subsistencia; una vida digna.
La estampa que acompaña nuestra segunda edición de La Teta, pertenece al M.A.F.I.A – Movimiento Argentino de Fotógrafxs Independientes Autoconvocadxs- y se viralizó en las redes, el Día de la Memoria.-

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