Entrevistas

“Aborto En Argentina”

¿Por qué es necesaria una Ley de Aborto Legal, Seguro y Gratuito? En este nuevo Info U Nina Brugo, Stella Maris Manzano, Zulema Palma y otras referentes, explican por qué el aborto es un tema de salud pública y una deuda de la democracia. Qué hacer hasta que exista la Ley. La legalidad del aborto en los países del llamado primer mundo.
El aborto ilegal es la primera causa de muerte materna en nuestro país por lo que representa un tema grave de salud pública. Además de una evidente injusticia social, teniendo en cuenta que quienes mueren por abortos son las mujeres pobres.
En Argentina se practican unos 500 mil abortos clandestinos por año, esto significa que más de 1300 mujeres por día corren serios riesgos de perder su vida o ser encarceladas por decidir sobre sus cuerpos. 
En 2016 la marcha del colectivo #NiUnaMenos, colocó la discusión sobre el aborto en un lugar central y denunció las situaciones de Belén y Juana, como casos ejemplares de la vulneración de los derechos de las mujeres por parte del Estado. En este contexto, sigue adelante la lucha por un aborto legal, seguro y gratuito.
Al respecto la Directora del Centro Cultural perteneciente a la Universidad Gral. Sarmiento, María Pía López, socióloga, dijo: “el aborto es una práctica social que afecta a gran parte de la población, el cálculo de abortos anuales es conocido y muy grande y por lo tanto, es muy difícil pensar en que haya en un grupo familiar o de amigos, en la que no hay una situación de abortos clandestinos. Hay una hipocresía social que sólo redunda en castigar a las personas socialmente más desprotegidas, es decir, a las mujeres que no pueden pagar un aborto seguro y terminan yendo a prácticas médicas, poco estériles, poco cuidadas para su salud y también sobre aquellas que pueden recaer la punición”.
Suma su opinión en este informe de la Universidad, Sandra Hoyos, dirigenta y activista de “Las Simonas”: Belén es una joven que llega a un hospital tucumano con pérdidas. La reciben y es atendida en el hospital y a las pocas horas que están en el Hospital, va al baño y cuando vuelve, va una persona detrás de ella diciéndole que era una asesina y tenía mostrándole, los restos de lo que según acusan, era un feto. Belén, no sabía que estaba embarazada. Se la acusa de haber asesinado; o sea de un asesinato agravado por el vínculo” A este suceso, la socióloga, López dice: “me parece que a este caso de Belén hay que explicarlo por esa persistencia y por una complicidad muy fuerte en ese caso que es – una complicidad entre médicos (sistema hospitalario) lleno de denuncias contras las chicas que llegan, después de un aborto a un hospital público, las mal tratan y las denuncias. Entonces, eso aliado con jueces o fiscales que son realmente misóginos, genera esa bomba de tiempo. Y que recaen sobre sus víctimas artificiales”
 
El comité de DDHH de las Naciones Unidas publicó en julio pasado un informe que solicitaba la inmediata liberación de Belén, más de 10 organizaciones se presentaron como AMICUS CUREAE; Amnistía Internacional entregó 120 mil firmas a las autoridades tucumanas, exigiendo su libertad y pidió además que se inicie una investigación sobre violencia obstétrica y violación del derecho médico paciente. Fue en esos días que la Corte Suprema tucumana, ordenó la liberación de Belén. 
 
Zaida tiene 37 años es actriz y directora de teatro, es maestra y vive con su pareja con quien tienen dos hijos, hace más de diez años, ella decidió interrumpir dos embarazos y pasó por experiencias de abortar en la clandestinidad. Zaida Mazzitelli, narra su vivencia: “tuve dos episodios en mi vida; uno cuando tenía 19 años y otro cuando tenía entre 21 y 22 años, la primera vez llegué a un lugar había una sala de espera con muchas chicas, nos recibió una enfermera, una mujer mayor que estaba vestida de enfermera, un departamento del que tengo recuerdos que era muy lúgubre, oscuro donde te hacían pasar a una camilla donde te ponían anestesia. Me preguntaron donde trabajaba y empecé a contar y ahí… (hace una seña como de dormirse) tuve la mala suerte de despertarme en el medio, soy muy resistente a las drogas, tengo la cabeza como muy dura y me desperté en el medio. Recuerdo que me agarraban las manos porque me empecé a mover. Me agarró las manos un policía y estaba yo en la posición ginecológica; el médico me decía que me quedara tranquila. Si me moría ahí, no sé…no se enteraba nadie. Estaba en un lugar horrible con gente que no conocía, abierta de piernas en una posición espantosa, si no hubiese conseguido la plata, lo hubiese hecho igual…ahí sí hubiera tenido miedo, más” relatada visiblemente angustiada con el recuerdo.
Zulema Palma es médica de la Asociación “Mujeres al Oeste”; quien opinó: “la mujer que está decidida a hacerse un aborto lo hará de cualquier manera, evitando que lo haga de forma riesgosa porque hecho en un ambiente adecuado, mejor en un ambiente de aceptación y legalidad o aún como el nuestro con restricciones en ese sentido, es una intervención de muy bajo riesgo. Más bajo riesgo que tener un hijo, que un parto normal” concluyó la profesional.
 
Juana, la niña wichí de doce años con retraso madurativo severo. En 2015 fue víctima de una violación colectiva y quedó embarazada. El Estado salteño le negó las herramientas para que accediera al aborto no punible que le correspondía por ley. Desde 1922 el Código Penal Argentino, permite el aborto en casos de violación, discapacidad o riesgo de salud para la mujer. Sin embargo, algunas provincias continúan rechazando de manera sistemática, este derecho humano.
“El responsable de la situación y lo que le suceda a Juana, es otra vez el Estado, ausente, el Estado que no trabaja respecto a los derechos reproductivos de las mujeres. Es el Estado que no aplica el protocolo no punible” dijo la activista Sandra Hoyos. Recordemos que finalmente Juana fue sometida a una cesárea cuando cursaba el séptimo mes de embarazo por un diagnóstico de anencefalia, el feto, el bebé nació muerto. 
Las prácticas de torturas sobre las mujeres, es otra de las formas de disciplinamiento en algunos hospitales públicos del país. Stella Maria Manzano es médica, especialista en tocoginecología y parte del colectivo de profesionales por el derecho a decidir que integran la campaña nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. En su época de estudiante en Córdoba, fue testigo de esta práctica que todavía, está vigente: “impulsada en mi facultad en el hospital de Clínicas, yo era ayudante alumna. Un día recibo a una mujer porque había perdido un embarazo, con un aborto espontáneo. La residente de Ginecología, como yo había dicho que quería ser ginecóloga me invita a presenciar el legrado. Pasa lo que yo nunca soñé que pasara en el año ’82; entro a un lugar de 4 personas que sujetan a la mujer en una camilla, una de cada pierna, de cada brazo y la ginecóloga empieza a legrar sin anestesia. La mujer gritaba de dolor, yo empiezo a sentir que me iba a desmayar, me iba a desmayar… y alcanzo a salir afuera donde quedo sentada. Cuando salió la residente le pregunté por qué hacia esto? Y ella como muy tranquila, como algo muy natural; me dice que era una orden del director porque sino todas iban a venir a querer a que le terminaran el trabajo. Pero, yo le digo; esta señora, cuenta que lo perdió y no hizo nada malo…Bueno pero todas van a querer venir a terminar el trabajo– Yo pensé que esto era algo monstruoso” profundamente conmovida recordó Manzano.
Fuente: Universidad de Gral Sarmiento.

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